Pasa el tiempo,
así como jugando,
meses, años.
Pasaron las personas y se fueron,
nos dejaron,
como se van las risas que reíamos juntos,
cantando,
jugando en el pasto,
relajando nuestra vida adolescente,
lasciva, concupiscente,
tan prendida y perdida como nuestras ideas,
incomprendida.
Pasan el tiempo,
las personas y las risas,
no importa realmente,
quedas tú siempre en mi mente,
grabado en fuego de tanto dolor que causaste
por tanto amor que una vez me enseñaste
pero que pasó.
Y ya pasó.
Pasan el tiempo las personas y las risas,
pero sigues a mi lado,
no importa la palabra mal dicha,
el beso mal dado,
el egoísmo, el orgullo,
mis patadas y mi puño,
todo eso pasa y la sonrisa prevalece.
La sonrisa que conoce la verdad,
la duradera, la perenne,
la sonrisa del gitano,
libre como el viento,
zarandeando tantas carpas,
pero atada al destino,
que siempre vuelve,
siempre vuelve al mismo camino.
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