En la sombra más oscura de la mente,
la más profunda de mis demencias late,
vive, pugna, lucha,
manda al diablo al Superyo.
¿Quiénes son ellos para juzgarte,
a quién le han ganado para decirte que no?
Camina ciega,
tantas veces golpeada,
cojeante,
mi vanidad de efecto alarmante.
¿Quién eres y a qué viniste?
Trata de encontrar un sentido a lo irrisorio de la situación
y escapa de los barrotes que no te dejan ser quien eres,
escapa de las garras que no te dejen ser quien temes,
no pienses mucho y lánzate a la acción.
Vive una vez y vive al máximo,
la vida nuestra vive aquí y ahora,
¿lo sientes, lo sientes?
¿y ahora, ahora?
Cobarde no seas,
no te achiques por temor al qué dirán
si esta vida es tuya,
hazla tuya, vívela ya.
Son muchos los que no te quieren
los que mal te han de desear,
es envidia, son esclavos,
que desean tu libertad.
Libertad,
libertinaje y un cuerno.
Desenfunda ya la espada y penetra ese cuerpo,
retorcido,
humedecido,
por lluvia de calor de verano,
¿tiene sentido?
Que el rojo de la sangre despierte en ti sendas pasiones,
que generen en ti setentamil revoluciones,
colores,
chispas, estrellas y un escalofrío,
mas no intentes controlarte,
no te llenes de vacío.
En ese lado yo ya he estado,
con los brazos amarrados y todo lo que se puede amarrar,
castrado.
Penoso, penoso,
el error común denominador de esta sociedad de hastío.
Diferénciate del resto en el fulgor de tu mirada,
que tu vida se sienta en el vibrar de tu espalda
y tus ganas de vivir en cada palabra mal hablada.
Nunca he sido tan cuerda en cuanto a consejos se trata.
No evito situaciones que busca el subconciente
soy pasión pura,
eso es evidente.
Tu Ello soy Yo,
perdición incandescente.
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