Hoy puedo determe,
tomar un respiro,
alejarme de las cosas malas que he vivido;
ni un paso en falso,
me he equivocado y hoy lo admito.
Me siento feliz,
un poco vacía,
pero eso es cosa de todos los días,
tenían razón al darme sus sermones,
¿será que no quiero ver
y que quiero obligarme a creer?
El torbellino me mata
me engaña, me ciega,
déjame dejarlo porque en realidad no puedo amarlo,
yo soy lo que soy,
y no puedo cambiarlo,
no que deba,
ni que quiera,
no voy a cambiarlo.
Moverme y sentir
como siempre lo he hecho,
vivir mi vida en un hilo
con los pies en el techo,
ya entenderé,
algún día,
pero no pienso hacerlo todavía.
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