domingo, 23 de diciembre de 2012

Costo de Oportunidad



Cuántas veces más vas a equivocarte, cariño?
Cuántas veces más vas a buscar aquella piedra intencionalmente
Y poner cara de sorpresa mientras colocas el pie donde no debes
A sabiendas.
Cuántas lágrimas más debes derramar
Y arrugas causar
Para probar tu teoría de la vida bien (mal) vivida?
De la juventud que se marcha pronto
De los latidos a mil por hora
De las historias por contar cuando seas grande
Del gran bagaje de saber a tus espaldas
Atados a tus pies los recuerdos, los besos,
Los rostros, las sonrisas, los cabellos
Pero sobre todo los olvidos.
Tú y tu teoría del costo de oportunidad
De lo que pierdes por lo que ganas
Por lo que tienes y lo que quieres
Pero qué es lo que quieres? Ni tú lo sabes
Caminas ríes sueñas bailas
Bebes
Siempre tratando de incrementar sensaciones
Y aminorar sentimientos
Ay, cariño…
Te dejaré mis consejos para un próximo sueño
Mis reprimendas y mi juicio fuerte
Y la penitencia que tendrás que cumplir

martes, 27 de noviembre de 2012

Confianza

Curiosa cosa la confianza
Delicada
Orgullosa
Ensimismada
Tan frágil y propensa a ser magullada
Tan fuerte y resistente cuando es bien alimentada
Terrible cuando es traicionada
Tan terca, tan terca y obstinada
Cuando existe amor.

El sesgo,
el sesgo es infinito.
Te nubla, te ciega, te ama el cariño
El cariño que tú quieres que tu otro te tenga
Pero no siempre te tiene,
Sin el cual andas perdida,
Olvidada,
olvidada de ti, de quién eres
De lo que buscas, de lo que quieres,
De tu vida que tenía sentido antes de haberlo conocido
Y hoy no puedes recordar.

El cariño que te dio tanto y es capaz de quitártelo todo
Por el cual luchas, por el cual pierdes
Cariños de otros menos persistentes.
Y cómo se recupera la confianza
Cuando esta se pierde?
Dime,
que aquí ninguno es inocente.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Invernalia

Vagos recuerdos de una vida pasada,
una vida tan hermosa como mi letra en esta noche,
sorprende, embeleza.
¿Qué será? Así no la recordaba.

El trazo maduro,
la diferencia yo noto,
mi trazo en esta noche es seguro,
como hacía años no deslizaba estas hojas.

Suave y susurante,
mi trazo enamora,
pero no esta noche
y no a ti más.

Se despiden de nosotros por fin las risas
se apagan las llamas,
los abrazos
los roces y los besos.

Se alejan las miradas,
se desentienden.
parpadean los ojos
mientras se deleitan con el final.

No cae una lágrima que moje tus mejillas,
pesa el entendimiento de cosas ya sabidas,
cae el velo que cubría nuestros ojos y ataba nuestras manos,
libera nuestras lenguas, las anima a conversar.

Masoquistas somos,
por naturaleza,
siempre lo dije,
no hay marcha atrás.

Espero ser recordada por la última sonrisa,
esta mano se cansa por el peso de estas letras,
y lo merece,
claro que lo merece.

Las sábanas hoy más frías que nunca,
pero abrigan más que siempre este gélido cuerpo,
vagos recuerdos de una vida pasada en la que éramos protagonistas,
antagonistas, enamorados.

El mejor arquetipo de una vida feliz tuvimos,
como verano de Invernalia,
de tres años y algo más,
que irremediablemente llega al final.

Patria

Hoy dejo mi casa,
mi agua y mi alimento,
salgo de la cueva
mi lugar seguro.

Necesario, siempre necesario
para crecer,
borrón y cuenta nueva,
pero no se olvida.

Uno nunca olvida su hogar,
por más sitios tus pies pisen,
y más cuerpos tus manos recorran,
tu mente está siempre en tu patria,
tu patria seré siempre yo.

Te dije que tu sol estaba por ponerse,
y aquí me tienes ahora,
oscura como siempre,
decidida a anochecer.


martes, 28 de agosto de 2012

Sombras de esquina

De vacía mirada y de ojos acuosos,
perdida la niña con su muñeco de trapo,
caminaba por las oscuras calles
de aquel lugar tan conocido,
que en sueños visitaba de la mano de papá.

"Papá, ¿dónde estás?
papá, ¿ya no regresas?"

Papá la dejó sola y con ganas de llorar;
buscaba la niña
en cada esquina una sombra,
algún atisbo de cariño,
alguien a quién abrazar.

Bastantes candidatos,
buenos perros interesados
en acompañar su andar;
de nobles intenciones,
con pretensiosas sonrisas,
por noches efímeras
la niña los dejaba pasar.

Pero papá siempre en su mente,
papá siempre presente,
el único capaz de calmarle el alma,
ahogar sus penas,
descansar el peso que la niña llevaba atado a su espalda,
papá la conocía,
papá sabía lo que sufría.

Resignose la niña,
papá ya no estaba y no iba a regresar,
se fue flaco y arrugado,
débil, contaminado,
consumido,
deprimido, apesadumbrado,
y queda corto adjetivar,
proteger a su niña le costó la juventud,
la dignidad,
unos cuantos kilos menos
y bastantes lágrimas más.

La niña estaba muy triste,
extrañaba sus tardes felices,
la música estridente,
el movimiento permanente,
pero ella sabía que iba a acabar.
Pronto.

Dejó el muñeco en llamas en la acera,
cabello suelto a la cintura,
aquellas ondas peligrosas
con las que papá solía jugar,
media vuelta,
ni una mirada atrás,
creció la niña en un segundo,
ya no era una niña más.

Cogió su cartera,
sonrisa altanera,
ay, la niña,
le gustaba todo a su manera.

A buen entendedor,
pocas palabras,
Papá era el nombre del más fiel de sus perros,
el que más quiso en su momento,
el más difícil de reemplazar.

martes, 31 de julio de 2012

Ocaso

Vive el ocaso de hoy,
hermoso mientras el sol se pone,
antes de que se oculte siente
aquella luz cálida que te embarga
aprovecha el efecto de ti
mira cómo te abraza,
te mima,
casi te quiere el ocaso,
pero tu sol de hoy pronto se irá más abajo.

Tú a oscuras,
a oscuras tus risas
tus labios suaves,
¿ahora a dónde miras?

El sol ya se puso para ti y llegó tu noche,
pierde fuerza mientras más oscuro,
significado mientras más profundo,
la importancia que algún día tuvo.

Tú añoras nuestros amaneceres,
te traicionan los recuerdos,
ese dolor de cabeza y el poder de la imaginación.
Tú añoras los placeres,
la caricia, el beso,
la carne,
el sonido de este corazón;
el ocaso llega para todos,
y hoy está tocando tu puerta.

Ábrele,
no le niegues a la noche el nuevo abrazo,
pasarán los años y tendrás quizás un nuevo amanecer,
más cálido que yo,
no creo que más hermoso,
reza por la nueva luz que quizás llegue,
reza por no quedarte en la penumbra que ya viene.

Es lindo el ocaso pero falaz,
placer de cinco minutos
y de mí no sabes más.

Tríos

Una sonrisa,
mil sentimientos,
remordimientos, ay...

Linda gitana,
ensimismados,
sus pensamientos, son...

Tarde tranquila,
noche serena,
mucho humo, aún...

Madrugada te llama,
húmedos dedos,
dientes chirriantes, tú...

Hablar de amor,
Calor,
que no es tuyo pero es,
te abriga a ti...

Humo en la mente,
pulmones negros,
cabeza blanca, siempre...

Viveza,
risa,
agudeza,
pizcas de naturaleza...

Hojas para ti,
vida para mí,
Besos para ti, yo...

Yo para ti,
yo soy como tú,
música, tuya...

Movimiento,
mucho yo,
enfrentamiento, vida...

A la gitana le gusta correr,
mover,
vivir...

La gitana te hará reír,
sentir,
te llevará a dormir.

Por las noches


Es difícil olvidar cuando algo te toca profundo.

No importa lo malo que fue, 
yo recuerdo lo bueno que hubo.
Las caricias, las miradas,
malditos juegos de palabras,
el tiempo en nuestra contra
y las hormonas por mil la hora,
trascendían el idioma,
las barreras,
las fronteras...

Así conduciera en contra,
a mí me gustaba su manera,
de noche,
siempre de noche,
piques en la carretera.

El verano caluroso que pasaba con la brisa,
un soplo en la nuca,
los botones de su camisa,
tratando de olvidar un pasado que perseguía,
tratando de dejarlo atrás,
donde debía,
pisado.

Desde que lo vi lo quise de mil maneras,
parados, echados, sentados,
como quisiera,
pero sólo en una noche,
y por una noche y nada más.
Maldito el tiempo que se atrevió a pasar,
lo bendigo por haber pasado pues quién sabe cómo esto habría acabado.

Tocados por naturaleza,
semejantes en imperfección,
su sonrisa y mi mirada...
El equilibrio que causaba 
las palpitaciones del corazón,
y más.

Inestabilidad, qué belleza.

Y más de cien veces lo he recordado,
quizás unas cincuenta lo haya soñado,
reviven esas tres, cuatro (quién sabe)
horas de mil maneras,
en treinta lugares y dos nada más.

A veces, de noche, me pongo a pensar.

Otro cuento chino


Pasaba tranquila la página de aquel cuento de terror,
demostrando que yo era más fuerte que todo,
y que me quiero a mí, más que a todo.
Pasaba tranquila la página,
sin sobresaltos,
reformando una vida no muy bien encaminada,
por locuras y hormonas descontroladas,
ocurrentes y aniñadas,
pero tan vivas y latentes como yo y mi mirada.
Debí saber que no duraría...

Ni en el mejor de mis sueños,
ni en la peor de mis pesadillas,
de repente algo encajó tan perfecto e inesperado,
alterando el curso de las cosas,
que seguía tan natural,
que tanto me había costado.

La página se quedó a medio pasar,
suspendida entre mis dedos,
mientras mis ojos decidían posarse ya en otro cuento,
el cuento del error,
el cuento equivocado.
Ni en el mejor de mis sueños,
ni en la peor de mis pesadillas,
yo lo hubiese imaginado tal cual,
totalmente ambiguo.

El tiempo y las apariencias
nuestros peores enemigos,
tan fuertes e inminentes,
crueles, inmisericordes,
el tiempo más impaciente de mi vida,
el que yo quise dejar pasar.

Decisiones equivocadas que no me atreví a tomar en su momento,
pero tan fuertes,
persistentes,
tomaron posesión de mí sin advertencia alguna.

Y aquí me encuentro,
de vuelta al principio,
inmersa en un nuevo cuento,
más terrorífico que nunca,
el más corto y vanguardista de mi vida,
somos humanos después de todo
y a veces tenemos corazón.

Entre gitanos


Pasa el tiempo,
así como jugando,
meses, años.
Pasaron las personas y se fueron,
nos dejaron,
como se van las risas que reíamos juntos,
cantando,
jugando en el pasto,
relajando nuestra vida adolescente,
lasciva, concupiscente,
tan prendida y perdida como nuestras ideas,
incomprendida.
Pasan el tiempo,
las personas y las risas,
no importa realmente,
quedas tú siempre en mi mente,
grabado en fuego de tanto dolor que causaste
por tanto amor que una vez me enseñaste 
pero que pasó.
Y ya pasó.
Pasan el tiempo las personas y las risas,
pero sigues a mi lado,
no importa la palabra mal dicha,
el beso mal dado,
el egoísmo, el orgullo,
mis patadas y mi puño,
todo eso pasa y la sonrisa prevalece.

La sonrisa que conoce la verdad,
la duradera, la perenne,
la sonrisa del gitano,
libre como el viento,
zarandeando tantas carpas,
pero atada al destino,
que siempre vuelve,
siempre vuelve al mismo camino.

Neblina


Era de noche y estaba nublado,
lo predijo el clima,
a propósito de nubes oscuras
que te hacen recordar el pasado,
sí, ese que debiste olvidar hace mucho tiempo,
pero que es tu sombra
y te abraza cada vez que caminas a paso lento.

Traté de encontrar la mejor manera,
de pensar en un mañana soleado,
espuma y diversión por todos lados,
traté de amoldarlo a mi manera,
de disfrazar la piedra en la que estaba tallado.

Lo vivo hoy porque podría no tenerlo mañana,
no es lo que necesito ni lo que busco para mí
pero es lo que por hoy quiero,
lo que por hoy me llena y me hace sonreír,
por hoy, no lo cambio.

De pronto recordé lo que aquella noche alguien me dijo:
"soy joven y humano, 
puedo errar, 
puedo estarme equivocando,
pero ahora es el momento,
así es como aprendo."

¿Mi futuro?
Frente a mis ojos algo pasó aquella noche,
raudo, violento, 
indeseable.
Mi futuro no era mío,
porque aquella no era yo.

Revolotearon entonces sus palabras en mi mente,
y pensar que no lo entendía,
pero hoy le doy la razón.

Bobby Singer murió hoy


Hoy puedo determe,
tomar un respiro,
alejarme de las cosas malas que he vivido;
ni un paso en falso,
me he equivocado y hoy lo admito.

Me siento feliz,
un poco vacía,
pero eso es cosa de todos los días,
tenían razón al darme sus sermones,
¿será que no quiero ver
y que quiero obligarme a creer?

El torbellino me mata
me engaña, me ciega, 
déjame dejarlo porque en realidad no puedo amarlo,
yo soy lo que soy,
y no puedo cambiarlo,
no que deba,
ni que quiera,
no voy a cambiarlo.

Moverme y sentir
como siempre lo he hecho,
vivir mi vida en un hilo
con los pies en el techo,
ya entenderé,
algún día,
pero no pienso hacerlo todavía.

Un domingo de madrugada


lo tuviste y lo perdiste
no se puede reclamar nada ahora
porque lo que soy yo dejó de ser lo que era cuando lo fui contigo
y de eso he aprendido

amor de carretera que fue amor de primavera
tantas veces contado por otros labios
que no eran los nuestros
que llenaban la casa con los pensamientos más funestos
que podrías imaginar después de tantos besos dados al azar
dados a la luz de aquel farol
y azotados por el viento
frío relajante
sensaciones intensificadas por la gran camarada
la que tú una vez me presentaste
aquella noche de fiesta y lágrimas
todo fue bonito porque estábamos los dos
recuerdas?

las canciones que marcaron tantos años de mi vida
me permiten hoy echarme a la cama y quedarme dormida
recordar buenos momentos
conversar bajo la lluvia mientras ves como amanece
unas latas mi voz y tu guitarra
y pensar que no necesitábamos más nada

un fin de semana cualquiera interminable
como los que nos dábamos siempre
los que hubiese querido me regales eternamente...

A propósito de disfraces


¿Cómo haríamos contigo?
Rebelde sin causa.

Tratando de enderezar un camino hecho
para nunca estar derecho,
totalmente inestable,
inimputable.

Corrección pide la mente,
más acción demanda el cuerpo,
y ahora yo,
¿cómo lo enfrento?

Aprendiste de lo malo que la vida te enseñó,
pues la vida te mostró la peor de sus caras,
tan joven,
vulnerable,
corrupción inevitable.

Tapas miedos con máscaras sonrientes,
radiantes,
dura coraza,
impenetrable,
de un corazón que quién sabe qué siente.

Difícil entenderte,
tan fácil es quererte,
engañas a cualquiera con esa mirada sincera,
y esa caricia cortante que ejerces sobre su cabellera.

Detente ahora si es lo que quieres,
si nada puedes garantizarme,
a esos conflictos internos,
oídos sordos,
dalos por muertos.

Susurros de una vida perdida quisiera hoy contarte,
en un mundo más lindo,
en un mundo mejor.
Lástima que tus tinieblas no te dejen
mostrar el fulgor subyacente en tu interior.

¿Has pensado alguna vez que quizás deberías soltarte?
¿Liberarte?

Eres buena y lo sabes,
eres buena y lo sabes,
pero es difícil encontrarte,
es difícil controlarte.

y de eso puedo hablarte yo,
mejor que nadie.

Coca Cola


Tarde de humo y risa.

Traficando inhalaciones de placer,
cosquillas y sonrisas adormecidas,
creo que debo comenzar por defogar
tremendo muladar de sensaciones adquiridas.

Sentada en el limbo del pensamiento
al sonido del mar y las hojas
existente sólo en mi mente
recordando una a una las historias
que tuvimos ambos solos en la tercera esquina de la gloria.

Caminando de la mano
entre árboles frondosos
naturaleza y piel traman nuestra historia,
la manipulan a su antojo.

Explorando sentimientos antes nunca conocidos,
los cuales tengo hoy por bien sabidos,
veo desde aquí tu espalda,
cubierta por negras ropas,
segunda piel que también me encanta.

Veo tu perfil triunfante,
me encanta tu nariz,
el marrón de tu cabello
y esos ojos pasajeros de un viaje a la diversión,
esos dientes tan perfectos,
ya hasta me aprendí tu olor.

El otro habla tonterías
de unos cuantos protestantes
en empresas tan sombrías
como este caminante,
no creo que nada en este salón pueda arruinar
este momento tan reconfortante.

A mí no me importa nada,
nada puede molestarme,
mientras tenga tu mirada
y mi mirada esté pegada
a la curva de tu espalda.

Dame esa coca cola, 
la que bebes tan despacio,
mientras sacas tu cuaderno y pretendes tomar nota,
ya no pueden engañarnos,
nuestro tiempo es ahora.

Yo te puedo asegurar que no te arrepentirás por perder esta media hora.