martes, 27 de enero de 2009


Y cuando me pierdo a mi misma, me acuerdo de ti.

Anormal.

(algún día de Octubre, 2oo8)

Qué tan difícil es comprender?
Tener la certeza de algo
y al segundo siguiente la idea contraria.
Cómo puedo seguir?
Haciéndome la indiferente.
No noto nada,
no escucho nada,
no me doy cuenta de nada.
Jugando a ser ingenua,
aparentando desinterés,
me enredé en mi propia telaraña
la cual comencé a tejer como jugando.
Ahora,
cerca de devorarme a mi misma,
acrecienta la ilusión,
acrecienta el miedo,
inminente confusión.
Qué hacer?
Qué esperar?
Me debo ilusionar?
Es bueno?
malo?
Lo debo evitar?
En el silencio de mi habitación
comienzo a divagar,
vislumbro mi utopía,
en lugar adonde quiero llegar.
De alguna manera él encaja,
me hace recordar.
Peligroso.
No me debo enamorar.
Arriba,
siempre arriba,
esa es mi potestad.
Soy fuerte,
yo puedo manejarlo a mi gusto,
convénceme de que vale la pena.
Podrá ser él el siguiente?
Una víctima más...
Nada tiene de especial.